Con motivo de la presentación de la conferencia
impartida por Javier Retegui el pasado 29 de abril, en Roma, bajo el título “El
cooperativismo como una de las respuestas de la Doctrina Social de la Iglesia
ante la crisis económica. La acción pastoral del P. Arizmendiarrieta y la
Experiencia cooperativa” (se adjuntará la semana que viene), Monseñor
Toso ha realizado una interesante disertación, que se puede leer aquí.
En ella recuerda el vínculo inseparable
entre evangelización y compromiso social que Francisco resalta en la Evangelii
gaudium, subrayando que lo social adquiere centralidad para el
compromiso evangelizador de la comunidad cristiana, de toda la Iglesia y también para el testimonio del cristiano
laico (tal como estamos propugnando con la promoción de los
Compromisos cristianos ante la crisis).
Recuerda, por otro lado, que “la inequidad
es la raíz de los males sociales” y que hemos de decir “No a la
globalización de la indiferencia”. Con el Papa Francisco indica que la
indiferencia es la condición que hace posible el “entusiasmo con el ideal
egoísta de sostener un estilo de vida que excluye a otros” y que la cultura del
bienestar “nos anestesia”.
Termina alabando el comportamiento de la
Experiencia cooperativa de Mondragón, que a la vez que genera
riqueza y compite en el mercado, se asienta en principios éticos inspirados en
el Evangelio y la Doctrina Social. Destaca que, en la gestión de su
reciente crisis, las prioridades han estado en la recolocación de sus
trabajadores afectados, lo que le diferencia de la actitud más frecuente
de las sociedades multinacionales
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