“Pienso que es ahora cuando Cáritas tiene que dar el do de pecho,
en estos momentos es cuando es necesario que Cáritas esté ahí, muestre su valía
y que la gente aporte el máximo de su compromiso. Por eso digo hago esa
comparación; ¿cuándo le damos valor al bombero?: cuando tenemos un incendio.
Porque están cuando deben estar y donde deben estar. De retén están muy bien,
pero cuando me hace falta es cuando tengo un incendio”, dice Carlos
Bargos, cuando habla
de la crisis, entre otras cosas, en una entrevista de Javier Axa en el nº 55 de
la revista de Cáritas Bizkaia Bihotzez.
Carlos Bargos es director de Cáritas Bizkaia
desde el 1 de septiembre de 2012. Se
define a sí mismo como una persona creyente,
familiar, y que busca continuamente el sentido de la vida.
Hablan de la crisis… “pero no sé si tendríamos ya que cambiar el
término porque crisis es una situación que es circunstancial, y no sé si esta
es circunstancial o se queda ya a vivir con nosotros”, dice Carlos Bargos,
“hay gente que aún está esperando a que
pase y esto no se va a producir. Es como al que le han amputado un brazo y está
esperando a que le vuelva a salir. Se ha generado una nueva realidad
socio-económica, y creo que habrá que descatalogar ya la palabra crisis.
Estamos en un nuevo escenario al que hay que adaptarse; no es una situación que
va a revertir. No vamos a volver a tener el nivel de vida ni el nivel de
recursos que teníamos en 2007 ó 2006.”
Algunas otras preguntas que le
hacen sobre la crisis, la pobreza y el compromiso del creyente:
¿En qué está afectando más, en concreto a las personas en
situación de vulnerabilidad?,
“Primero en la limitación, reducción o eliminación de derechos
sociales. Son las verdaderas víctimas y a veces socialmente son presentados
como los causantes de la falta de recursos: hay un rumor social en el que
parece que los pobres están agotando los recursos económicos que ‘otros
ganamos’. Hay aún falta de compromiso general; no hay un apoyo global de la
sociedad a las personas con necesidad y se está produciendo una gran fractura
social.”
¿Qué formas de pobreza le inquietan más personalmente?,
“Hay muchas, pero sobre todo la de la gente a la que le
paraliza estar en situación de pobreza. Hay personas a las que les ha
sorprendido la pobreza y que están con tal escasez de herramientas personales y
de estructura mental que no le permite reaccionar. Me preocupan mucho las familias
con menores a las que les ha desconcertado de tal forma la nueva situación de
precariedad económica, que les ha anulado la capacidad de reacción. Esta
sociedad del “bien-estar” no nos ha preparado para esto. Y quizá hay otra
gente, porque la vida les ha hecho superar obstáculos de una manera más
permanente, que saben convivir en situaciones de riesgo o de incertidumbre más
fácilmente. Hay gente que sabe vivir día a día, y creo que otros “acomodados” no
sabemos. Siempre hemos vivido quizá con amplia perspectiva de futuro, y si no
tenemos ese futuro perfectamente claro no sabemos vivir, la incertidumbre nos
angustia y paraliza.”
Cuando ve a una persona sin techo dormir en la calle, ¿qué le pasa
por la cabeza?
“Se me revuelve un poco el corazón. Me pregunto de quién es la
responsabilidad de esa situación. El sin hogar es una situación extrema de
exclusión social. Todas las acciones que se hagan en ese campo son muy
necesarias. Es preocupante que no tengan techo pero más que no tengan hogar.”
¿Cómo definiría el concepto de compromiso? ¿Es más fácil verlo
aquí (en Cáritas)?
“Compromiso es aportar lo que somos y sabemos en un proyecto que
nos da sentido y de forma permanente. Es el trabajo como vocación; yo veo que
aquí la gente, en Cáritas, no mira la hora para marchar; marcha cuando tiene el
trabajo realizado. Aquí se es consciente de la entidad en que se está y se
trabaja en función de esa consciencia permanente. Hay una clarísima identidad eclesial
y creo que la frase “por la entidad en la que estamos” colorea todo el trabajo
de la gente.”
Carlos Bargos elogia el
compromiso de los voluntarios: “Hay que
poner en valor la aportación no económica que hace el voluntariado y Cáritas a
la sociedad. En el informe confederal de Cáritas se hacía una valoración de la
aportación no económica, del estar, escuchar, acompañar… lo más importante
ahora mismo de Cáritas no son los recursos económicos, sino los recursos humanos.
Eso es muy importante ponerlo en valor; al voluntario hay que hacerle ver que ‘estar’
es muy importante. Claro que el dar también, el que se acerca lo hace con una
necesidad muy grande, pero el trabajo que tenemos que hacer para superar la
frustración de las acogidas es que vean que proporcionar su tiempo, su escucha,
su compañía, también es dar y ofrecer.”
Hacen falta más “bomberos”
para apagar el fuego de la crisis.
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