domingo, 11 de mayo de 2014

Interesante reflexión del Secretario del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, Monseñor Toso


Con motivo de la presentación de la conferencia impartida por Javier Retegui el pasado 29 de abril, en Roma, bajo el título “El cooperativismo como una de las respuestas de la Doctrina Social de la Iglesia ante la crisis económica. La acción pastoral del P. Arizmendiarrieta y la Experiencia cooperativa” (se adjuntará la semana que viene), Monseñor Toso ha realizado una interesante disertación, que se puede leer aquí.
 

En ella recuerda el vínculo inseparable entre evangelización y compromiso social que Francisco resalta en la Evangelii gaudium, subrayando que  lo social adquiere centralidad para el compromiso evangelizador de la comunidad cristiana, de toda la Iglesia y también para el testimonio del cristiano laico (tal como estamos propugnando con la promoción de los Compromisos cristianos ante la crisis).
 

Recuerda, por otro lado, que  “la inequidad es la raíz de los males sociales” y que hemos de decir  “No a la globalización de la indiferencia”. Con el Papa Francisco indica que la indiferencia es la condición que hace posible el “entusiasmo con el ideal egoísta de sostener un estilo de vida que excluye a otros” y que la cultura del bienestar “nos anestesia”. 
 

Termina alabando el comportamiento de la Experiencia cooperativa de Mondragón, que a la vez que genera riqueza y compite en el mercado, se asienta en principios éticos inspirados en el Evangelio y la Doctrina Social. Destaca que, en la gestión de su reciente  crisis, las prioridades han estado en la recolocación de sus trabajadores afectados, lo que le diferencia de la actitud más frecuente de las sociedades multinacionales

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