miércoles, 2 de octubre de 2013

“Busquemos ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos” – Una entrevista al Papa Francisco

El pasado mes de de agosto el papa Francisco concedió una entrevista exclusiva al padre jesuita Antonio Spadaro, Director de la revista La Civiltá Cattolica. La idea surgió de una reunión en Lisboa que tuvieron directores de algunas revistas de la Compañía de Jesús, y en la que se acordaron las preguntas. La entrevista duró más de seis horas en tres sesiones en el ambiente austero de las dependencias del Papa.

Como era normal, una gran parte de la entrevista trató de la Compañía de Jesús, pero también de cuál era la visión que tiene el papa jesuita de la iglesia hoy. Resumió su visión en este párrafo en el que compara la Iglesia con un hospital de campaña:
“Veo con claridad que lo que la iglesia necesita con mayor urgencia hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la iglesia como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas… Y hay que comenzar por lo más elemental.”
Descargar la entrevista aquí.

Entre los primeros caminos nuevos que quiere seguir el Papa está la profunda reforma de la Curia Romana. Para realizarla el Papa Francisco está reunido desde ayer con 8 cardenales de diferentes continentes, sabios asesores que comulgan con las ideas del Papa. “No son cortesanos”, dijo. El Papa emitió duras críticas a la Curia en una entrevista con el director del diario italiano La Repubblica. Dijo que es “Vaticano-céntrica”, que “se ocupa de intereses del Vaticano y olvida el mundo que la rodea”. “No comparto esta visión y haré todo para cambiarlo”, prometió.
También en su página de Twitter, el Papa Francisco concreta estos nuevos caminos. Vean algunos de sus últimos Tweets:
A veces ni siquiera conocemos a los vecinos de casa: esto no es vivir como cristianos. 
Basar la felicidad en los bienes materiales es la mejor manera de llegar a no ser feliz.
Hay muchos indigentes en el mundo de hoy. ¿Me encierro en mis cosas, o estoy atento a quien necesita ayuda?
La verdadera caridad es un poco atrevida: no tengamos miedo a ensuciarnos las manos para ayudar a los más necesitados.
Pidamos al Señor ternura para ver a los pobres con comprensión y amor, sin cálculos y
sin temores.

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